El Lupus Eritematoso Sistémico es una enfermedad reumática que compromete muchos órganos en diferentes tiempos o en el mismo momento es decir que además de afectar a las articulaciones y los músculos, puede dañar la piel y casi todos los órganos.
Lupus significa “lobo” en latín. Este nombre muy antiguo, se debe a que esta enfermedad puede manchar la cara pareciéndose a las marcas que tienen en el rostro algunos lobos. No son iguales todas las formas de lupus, algunas solamente comprometen la piel (Lupus Cutáneo o discoide) y otras si afectan diferentes órganos incluyendo la piel y es llamado Lupus Eritematoso Sistémico.
Es una enfermedad autoinmune; habitualmente el sistema inmunológico fabrica unas sustancias, llamadas anticuerpos que contribuyen a defendernos de por ejemplo los gérmenes entre otras cosas. En el lupus, el sistema inmunológico forma además de sustancias que nos defienden, otros anticuerpos dirigidos contra estructuras o tejidos propios normales llamados autoanticuerpos que pueden causar inflamación, daño en los tejidos y dolor contribuyendo a las manifestaciones clínicas del Lupus Eritematoso Sistémico.
Es fundamental que el paciente tenga un papel activo en su tratamiento. Debe estar informado y colaborar con el equipo médico para poder reducir el impacto de la enfermedad. Reconocer las señales de alerta antes de que ocurra un brote, pueden ayudar a prevenirlo tomando las medidas iniciales evitando que sean menos fuertes.
Si bien puede presentarse a cualquier edad tanto en niños como en ancianos es mas frecuente entre los 20 y 40 años, siendo más en mujeres que en varones.
La evolución de la enfermedad se desarrolla en fases de brote y otras en los que las manifestaciones de la enfermedad desaparecen llamado remisión.
Síntomas
Las manifestaciones clínicas más frecuentes son por un lado síntomas generales como: el cansancio fácil, la pérdida de peso inexplicable, la fiebre prolongada que no se debe a ningún proceso infeccioso y alteraciones de la temperatura. Así como el dolor y la inflamación de las articulaciones (artritis) y los músculos (mialgia), se encuentran dentro de las manifestaciones clínicas más frecuentes. El 90 por ciento de los pacientes con Lupus padecen artritis en manos, muñecas, codos, rodillas y pies con más frecuencia.
También es frecuente la afección en la piel. La lesión más conocida, aunque no la más frecuente, es la denominada “eritema en alas de mariposa”, que consiste en un enrojecimiento y erupción de la piel en las mejilla y la nariz que se brota con la exposición al sol (fotosensibilidad). Muy frecuentemente se produce en los enfermos con lupus la caída del cabello cuando la enfermedad está activa.
Cuando afecta al corazón y pulmones ocasiona diferentes síntomas desde dolor torácico y fiebre hasta dificultad para respirar (disnea) de intensidades variables dificultando esfuerzos hasta actividades cotidianas. En otras ocasiones, el lupus afecta a los pulmones o a las válvulas del corazón ocasionando insuficiencia cardiaca y/o respiratoria.
El lupus puede afectar a los riñones, la forma de manifestarlo por ejemplo es subiendo la presión arterial (hipertensión) y/o produciendo llamativamente por ejemplo orinas con espuma. La lesión más frecuente es la inflamación (nefritis), impidiendo que el riñón retenga las proteinas y elimine adecuadamente los residuos del organismo que se acumulan en la sangre, ocasionando hinchazón de la cara y piernas.
El sistema nervioso puede afectarse por el Lupus. Se manifiesta con dolores de cabeza (cefalea), cambios en el carácter y en ocasiones produce depresión y convulsiones. Son manifestaciones muy frecuentes en la población general y puede deberse a una leve inflamación cerebral por Lupus o por otras muchas circunstancias.
El síndrome antifosfolípido
El llamado síndrome antifosfolípido es una enfermedad que produce unos anticuerpos especiales (anticuerpos anticardiolipina o anticuerpos para el anticoagulante lúpico) que pueden originar problemas en la coagulación, como trombosis arteriales o venosas y / o abortos a repetición. Esta enfermedad puede aparecer aislada o puede asociarse a otras enfermedades como el lupus. En esta situación es muy probable que se precise tomar medicación para evitar problemas en la coagulación.
Los síntomas del lupus son variables, los más frecuentes son:
- Dolor o inflamación de las articulaciones (artritis)
- Dolor de los músculos (mialgia)
- Fiebre inexplicable
- Manchas en la piel, más a menudo en la cara (rash)
- Dolor de pecho al respirar profundamente
- Caída fácil del cabello (alopecía)
- Dedos de las manos o de los pies pálidos o morados
- Sensibilidad al sol (fotosensibilidad)
- Hinchazón en las piernas o alrededor de los ojos
- LLaguitas en la boca
- Hinchazón de las glándulas
- Cansancio (astenia)
- Dolor de cabeza (cefalea)
- Depresión
- Confusión (desorientación)
- Convulsiones.
Los síntomas pueden instalarse rapidamente y desaparecer. Cuando los síntomas aparecen se llaman brotes. Los brotes varían en intensidad. En cualquier momento pueden aparecer nuevos síntomas.
Causas
Se desconoce la causa del lupus. Sin embargo, al tratarse de una enfermedad autoinmune diferentes factores interactuarían pudiendo influir en el sistema inmunológico y provocarían el Lupus, así en personas genéticamente susceptibles la interacción de factores ambientales como la exposición a los rayos ultravioletas, virus, drogas entre otras podrían desencadenar el Lupus.
Diagnóstico
No existe una prueba específica para diagnosticar el lupus, la adecuada interpretación de los síntomas y el examen clínico completo permiten orientar el diagnóstico. En los análisis de sangre se puede detectar anticuerpos específicos que ponen en evidencia el desorden del sistema inmune, sin embargo algunos de éstos están relacionados con la actividad de la enfermedad y otros con manifestaciones clínicas de la misma.
El daño causado por el Lupus en órganos internos puede detectarse mediante los análisis de sangre y de orina, o bien con otros procedimientos como por ejemplo la biopsia renal o de piel serán de utilidad para determinar mejor el tratamiento.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es:
- Prevenir los brotes
- Tratar los brotes cuando ocurren
- Reducir el daño de los órganos en el tiempo.
- Ayudar al sistema inmunitario
- Prevenir o reducir la limitación funcional.
Forma parte del tratamiento informar al paciente sobre la enfermedad brindándole las herramientas necesarias con recomendaciones generales que impactan sobre el estilo de vida. Se indica así evitar la exposición solar ya que la enfermedad se brota con los rayos ultravioletas, adecuar la actividad laboral y extracurricular como ejercicios físicos por ejemplo a cada situación particular y generarle al paciente y a la familia la contención necesaria para poder llevar adelante un tratamiento integral que variará según el órgano al que afecte.
El uso de antiinflamatorios como tiene indicación para síntomas leves. El tratamiento debe ser integral e intensivo para controlar los síntomas producidos por los órganos dañados como el pulmón, el corazón, el sistema nervioso o el riñón, utilizando corticoides en dosis altas y drogas inmunosupresores. Si la enfermedad presenta síntomas como fiebre, cansancio o lesiones en piel y artritis, el tratamiento será menos agresivo. Todos los pacientes con lupus sistémico deben recibir antipalúdicos por sus múltiples efectos beneficiosos sobre la enfermedad así como también suplementos de vitamina D por su rol protector sobre los huesos, músculos y sistema inmune.
No hay ningún alimento perjudicial para el paciente. Por otro lado, cuando la enfermedad afecta al riñón y sobre todo, cuando hay hipertensión arterial, no es recomendable que consuman alimentos salados o condimentados. La alimentación debe de ser completa, sana y equilibrada.
Algunas veces se requieren, además de los medicamentos para el lupus, otros medicamentos para tratar otras situaciones que pueden o no tener que ver con el lupus o los tratamientos realizados para controlar a la enfermedad, tales como el colesterol alto, la presión arterial alta o infecciones.
Los tratamientos alternativos son aquellos que no son parte de la norma de tratamiento. No se ha demostrado que los tratamientos alternativos como acupuntura, celuloterapia, ondas ultrasónicas sean eficaces en personas con Lupus. Consulte con su médico acerca de los tratamientos alternativos.
Beneficios de utilizar Hidroxicloroquina en pacientes con Lupus
Algunas cosas que tenés que saber de la Hidroxicloroquina:
- Los beneficios del uso de Hidroxicloroquina se conocen hace más de 50 años
- Todos los pacientes con Lupus deberían utilizarla, a no ser que haya alguna contraindicación que tu médico reumatólogo te lo hará saber
- Se puede usar durante el embarazo
- Tarda en actuar unos 3 a 6 meses
Estos son algunos de los beneficios:
- Mejora lesiones cutáneas debidas al Lupus
- Mejora Dolor articular
- Mejora la Fatiga
- Previene brotes de la enfermedad
- Disminuye el riesgo de formación de coágulos en venas o arterias en pacientes que además presentan anticuerpos Antifosfolipídicos
- Aumenta la densidad mineral ósea en pacientes con osteoporosis
- Reduce el colesterol total y la glucemia que son factores de riesgo conocidos para Infarto o ACV
- Mejora la sobrevida
- Disminuye el riesgo de daño de órganos internos